Trina y su marido compraron una granja en Pacific Northwest (EE.UU.)
y se ocuparon personalmente de su remodelación, de pies a cabeza.
Esta es la historia en imágenes de cómo nació el comedor del patio,
que, por cierto, es P·R·E·C·I·O·S·O !
Antes...
Después...
Que maravillas se pueden hacer con ilusión y pasión, no? Preciosa entrada, felicidades!
ResponderEliminar¡Es precioso!
ResponderEliminarViendo las fotos parece fácil hacerlo, pero cuando te pones a hacer algo es ¡taaaan difícil!
Un beso
Qué hermoso les quedó! Dan ganas de pasarse horas ahí. Me alegro muchísimo que pude volver a comentar en tu blog, estaba en la lista de los imposibles de comentar pero hoy, por alguna razón no pasó!
ResponderEliminarEl resultado es espectacular! Vaya transformación con relativamente poco esfuerzo. Qué ganas de primavera :)
ResponderEliminarQuerida Marta
ResponderEliminarRealmente encantado,gracias por ofrecernos siempre soñar con lugares tan idílicos
Un Beso
Realmente un sitio encantador...¡quien lo pillara! Un beso
ResponderEliminarDivino el cambio, me echifla. Un besazo
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